"No estaríamos aquí si no fuera por la ayuda de Vecino a Vecino".
Antes de que empezara Covid, era una madre que se quedaba en casa con mis cuatro hijos, de edades comprendidas entre el preescolar y el instituto. En ese momento, su padre vivía con nosotros, pero era una relación muy tóxica y él era poco fiable e imprevisible. Sabía que tenía que acabar con él, así que le dije que tenía que irse y que yo volvería a trabajar. Se fue, se llevó mi coche y me dejó con deudas. Entonces llegó Covid y todo se vino abajo.
No había forma de conseguir un trabajo en ese momento, con todo cerrado y mis hijos haciendo la escuela desde casa. Fue muy duro. Estaba muy estresada y me pasaba el día tratando de equilibrar la ayuda a los niños con sus tareas escolares mientras intentaba averiguar cómo íbamos a sobrevivir. No tardé mucho en retrasarme en el pago del alquiler y de las facturas. Hice una llamada tras otra para ver qué podía hacer. Llegué al punto de prepararme para mudarme a un refugio con mis hijos, sólo para descubrir que tampoco tenían espacio para nosotros. Entonces, de alguna manera, encontré Neighbor to Neighbor.
Sin la ayuda de Neighbor to Neighbor, no habríamos podido mantener el techo sobre nuestras cabezas. Gracias a ustedes, pudimos permanecer en nuestra misma casa, lo cual fue muy útil ya que no quería interrumpir la vida de mis hijos más de lo necesario en ese momento. Con su apoyo, pudimos utilizar el tiempo en casa para trabajar en nuestra salud emocional, y todos estamos en un lugar mejor gracias a ello.
Estoy muy agradecida y aprecio su ayuda al alquiler para poder ponerme al día y recuperar nuestros pies. Ahora, con mis hijos de vuelta a la escuela y la vida volviendo a la normalidad, puedo volver a trabajar y ponerme al día con las facturas. Por fin, todo está mucho más tranquilo en casa. Gracias a todos.
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